El método Ludovico

Un revolucionario avance para la democracia

Posted in General by Dr. Brodsky on octubre 9, 2008

Porque según ha podido saber El Mundo, tras la reforma de la Ley Electoral que plantea el Gobierno en los próximos comicios municipales no sólo podrán votar los inmigrantes, sino también los inmigrantes muertos:

MADRID.- Los votos de Wilson Pacheco, Nicoleta Tecu o de Mohammed Harabi serán decisivos en los próximos comicios municipales. Los inmigrantes han dejado de ser esos sin papeles sin voz ni voto para convertirse en oscuros objetos de deseo para las formaciones políticas.

Entre los más de 373.000 inmigrantes con nacionalidad española y los ciudadanos rumanos -que ya son europeos-, más de un millón de personas de origen extranjero podrán votar en las siguientes elecciones municipales. A todo ello hay que sumar la reforma legal que prepara el Congreso para ampliar el derecho de sufragio.

Es el último logro, y el siguiente paso lógico, en la lucha por el reconocimiento de los derechos civiles para los inmigrantes. En el país de la discriminación positiva no caben las limitaciones de ningún tipo (no ya de orden legal, sino siquiera biológico) al ejercicio de la plena ciudadanía y al desarrollo humano de la persona migrante. ¿Acaso alguno de nosotros tiene autoridad moral suficiente para impedir que el deceso plusmarquista mundial de apnea Wilson Pacheco pueda ejercer el derecho al sufragio tras haber ejercido tan notablemente el del naufragio? ¿O que la voz de Mohammed Harabi pueda ser escuchada en España después de ser interceptado por un misil en Gaza? Aún desconocemos cuándo visitará la Parca a Nicoleta Tecu (debe ser algo inminente, de acuerdo con la noticia), pero igualmente celebraremos que su cadáver, su ectoplasma o una psicofonía debidamente acreditada participen en la próxima fiesta de la Democracia.

Como señala Rodolfo, resulta totalmente coherente con la nueva realidad española el que los inmigrantes tengan más derechos que nosotros, incluyendo el de votar de cuerpo presente. Un triunfo más del progreso, una nueva acción de vanguardia política, un auténtico cambio de la España de romería hacia la España de Romería.

Yo he sido siempre uno de esos que creen que la muerte no es el final, así que enhorabuena y que cuenten con mi voto si algún día extienden el derecho también a los aborígenes. Porque como difunto, si no fuese a un partido que llegase al poder a base de muertos, que reivindicase a sus muertos, y centrase su política en la loa a algunos muertos y en asegurarse los votos de los que no van a nacer y de los que se van a matar ¿a quién iba a votar si no?

Actualización a 16/10: nuevas adhesiones a la medida desde Málaga.

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